
La vida se compone de momentos que marcan el corazón del ser humano de diferentes maneras, dependiendo de la magnitud de un hecho la mentalidad y el comportamiento de los individuos son definidos para siempre; por lo general el hombre suele recordar los momentos de alegría y compartirlos con otros cada vez que le es posible, mientras que los instantes menos gratos y dolorosos son almacenados en un lugar bajo llave, en el que no se suele buscar y el cual sería preferible olvidar. Pero, ¿por qué sucede esto?
La respuesta a la pregunta anterior es porque inconscientemente estos sucesos no agradables nos llevaron a desconfiar de Dios y hasta dudar de su existencia; inevitablemente todos en algún momento probamos la desesperación al no poder hacer nada para cambiar un cruel suceso y es aquí donde hemos alzado los ojos al cielo y tal vez gritado: ¿Dios por qué me haces esto?, ¿Dónde estás hoy que tanto te necesito? O en el peor de los casos hemos dicho a otros si Dios realmente existiera nada de esto me estaría pasando, de esta forma olvidamos que el dolor por el que atravesamos no es Su culpa, sino consecuencia de nuestro propio pecado.
También se da el caso de aquellos que hacen a un lado el agradecimiento para con Dios cuando tienen una buena racha, pero cuando llega la desgracia doblan sus rodillas para clamarle, aun sabiendo que lo correcto es no esperar tocar el fondo para recordar su existencia y permanencia en la vida de quien.
En este día es nuestra intención hacerte ver que Dios esta ocupándose de ti siempre, que aun en medio de las peores tormentas se mantiene a tu lado protegiéndote como solo Él puede hacerlo y que la razón por la que está dejando que estas cosas te sucedan es por Su deseo de que la relación que hay entre ambos madure y se solidifique.
Detente un momento y analiza lo anterior, busca un lugar de intimidad y ajusta cuentas con Dios, en vez de juzgarle sin razón mejor pregúntale: ¿Señor qué es lo que quieres que aprenda y haga en medio de esta situación?
Pastor: Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez.