miércoles, 5 de enero de 2011

¿Soy lo que declaro?

¡Cuando nuestros ojos ahogan nuestra fe!

Parece increíble que la primera década del 2000 haya acabado ya y que en plena era post-modernista aún los seres humanos sigamos creyendo historias místicas y fabulosas inventadas por unos cuantos empeñados en hacernos creer que tienen el conocimiento de la fecha exacta del fin del mundo, poniéndonos a pensar en cosas absurdas y alejándonos de la realidad en la que vivimos.

Si bien es cierto que no podemos omitir las voces de quienes se encuentran a nuestro alrededor, también lo es el hecho de que por ser seres pensantes y razonables en nosotros esta el prestar o no atención a las cosas que dicen los demás, la mayor parte de lo que escuchamos en la calle son comentarios negativos y nada alentadores; a lo largo de la historia han aparecido “profetas” cuyas predicciones sombrías han conmocionado el mundo, pero con el pasar de los años solamente han servido para atestiguar del poco conocimiento que el hombre tiene acerca de los planes de Dios.

Las verdaderas profecías se encuentran ya escritas desde hace muchísimos años y las podemos encontrar en la Biblia, puedes distinguirlas del resto porque estas se caracterizan por: Exhortarte, consolarte y edificarte, esto sin duda es el real deseo de Dios quien ha dejado por escrito Su voluntad para todos con el fin de que podamos volvernos a Él y dejemos los hábitos que causan destrucción. Pero para el hombre es difícil entender esto, porque su motivación generalmente es influenciable por lo externo lo cual lo lleva a olvidar sus decisiones internas. Pero Dios permite que todo esto suceda para que podamos aumentar nuestra fe en Él, rompiendo así nuestros propios paradigmas, cambiando por completo lo que estamos siendo.

Por lo tanto debemos tener en cuenta siempre esas cosas que pueden apagar nuestra fe para así mantenernos alejados de ellas; estas son:

• La queja.
• La desesperanza.
• El mirar más a tu alrededor que a tu Creador.
• Tus declaraciones (estas son imposibles de volverse reales si no le administramos una dosis poderosa de compromiso).

Para finalizar es preciso que no olvides que los comentarios pesimistas siempre estarán a tu alrededor, donde mires siempre habrá alguien con un mensaje negativo y una actitud de queja, pero solo en ti esta el no dejarte influenciar por ello, cuando dejas de mirar a otros para mirar a Dios ocurre la verdadera declaración profética la cual acciona tu fe en el Padre, crea un ambiente para que Él obre y le da espacio para accionar sus bendiciones en ti.

Pastor: Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez.

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