
Muchas de las relaciones de pareja que se vienen a pique en la actualidad, encuentran su fracaso gracias a lo que las pudo haber unido en principio y es “Sentimientos Impulsivos”, los jóvenes hoy día en su gran mayoría entablan relaciones basados en la atracción física y los deseos sexuales, relegando a un segundo plano lo verdaderamente importante El Amor, esto les lleva a tomar decisiones apresuradas y poco lógicas, pues confiados en ese enamoramiento que los une deciden casarse olvidándose que el matrimonio es una institución para toda la vida y que no es un juego el dar este paso.
Lo cierto es que Dios nos llamo para estar con alguien más, para llenar a esa otra persona y ser llenados por ella; entonces debemos enfocarnos en el futuro que nos espera como pareja y prepararnos para enfrentar juntos las pruebas que se presenten a fin de no decaer ente la primera batalla evitando así soltar la toalla. La vida relacional (en pareja) no debe basarse solo en palpitaciones, la planeación tiene un papel de suma importancia durante toda esta.
El tiempo a su vez es un factor importante en todo esto que hoy hablamos, pues es este el quien nos permite llegar a conocer a la persona con la que decidimos hacer vida y de esta forma aprender de ella lo necesario para hacer llevadera y feliz nuestra comunión con el otro, si esto no sucede los intereses en común llegan a perderse y comienza el sentimiento egoísta de solo pensar en lo personal y es aquí cuando surgen los problemas que pueden acabar la relación.
Aprender a deponer nuestros propios intereses y pensar en los del otro como algo de mayor importancia que nuestra propia vida es la clave para el éxito, esto es vaciarnos de nuestro YO y dejarnos llenar del Otro, en otras palabras debemos comenzar a ver a nuestra pareja como un tesoro en vez de mirarla como un trofeo que un día ganamos y tenemos allí en casa para mostrar a otros un logro que no paso de ser solo eso.
Las relaciones que perduran para toda la vida son aquellas en las que sus miembros han entendido que deben tratar al otro como quieren ser tratado y por ello han decidido dar verdadero afecto para recibir lo mismo de vuelta, eso es ser intencional con el amor y planificarse para la lo eterno.
Ya para finalizar te recomendamos pensar en esto cada vez que veas una nube gris decida posarse sobre lo que construyes con tu pareja: Si Jesús prefirió su relación con nosotros por encima de sus deseos y derechos personales ¿Qué elijo yo?
Pastor: Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez.
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