Leyendo las letras pequeñas.
En la actualidad son muchas las personas que piensan que el dinero y Dios no se deben mezclar, que hablar de dinero en la iglesia es algo que no se debería hacer, encontramos personas que piensan que el propósito de una iglesia que habla de este tema no es más que el enriquecimiento propio del pastor y sus allegados, que estos están allí sólo para sacarle el dinero a quienes acuden en busca de solución a sus problemas, pero la realidad es otra; las iglesias y pastores están en la obligación de hablar de este tema a las personas que ayudan, esto es lo que Dios quiere, sino ¿por qué eligió hablarnos a través de 2.350 versículos Bíblicos del manejo del dinero? Dios conoce nuestra necesidad de ser libres financieramente y como el manejo del dinero es causante a diario de divorcios, enfermedad y muerte todos están vinculados a él, es por esta razón que el Padre quiere que aprendamos no sólo el principio de ahorrar, sino también el de saber cómo administrar lo ahorrado, que aprendamos que el dinero es solo una forma de mejorar nuestra calidad de vida y no un esclavizador de esta.
En la actualidad son muchas las personas que piensan que el dinero y Dios no se deben mezclar, que hablar de dinero en la iglesia es algo que no se debería hacer, encontramos personas que piensan que el propósito de una iglesia que habla de este tema no es más que el enriquecimiento propio del pastor y sus allegados, que estos están allí sólo para sacarle el dinero a quienes acuden en busca de solución a sus problemas, pero la realidad es otra; las iglesias y pastores están en la obligación de hablar de este tema a las personas que ayudan, esto es lo que Dios quiere, sino ¿por qué eligió hablarnos a través de 2.350 versículos Bíblicos del manejo del dinero? Dios conoce nuestra necesidad de ser libres financieramente y como el manejo del dinero es causante a diario de divorcios, enfermedad y muerte todos están vinculados a él, es por esta razón que el Padre quiere que aprendamos no sólo el principio de ahorrar, sino también el de saber cómo administrar lo ahorrado, que aprendamos que el dinero es solo una forma de mejorar nuestra calidad de vida y no un esclavizador de esta.
Debemos tomar conciencia del papel que juegan las finanzas en nuestras vidas y verificar si estas están compitiendo con Dios por obtener el primer lugar en nuestro corazón, si en efecto rendimos nuestra vida al dinero en vez de al Padre, es hora de tomar las medidas correctivas y permitir que Dios se posesione del primer lugar en nuestro ser, recuerda que solo sabrás donde está tu corazón cuando sepas a donde está yendo tu dinero.
Otro aspecto que debemos tomar en cuenta es el de hablar con los miembros de nuestra familia sobre este tema por demás importante, hasta los más jóvenes deben aprender principios financieros, que nadie se quede sin conocer el valor del trabajo y del obtener las cosas con sacrificio, piense que el mejor padre no es aquel que da todo a sus hijos, sino el que les enseña cómo administrar lo que se tiene.
No olvides que Dios no necesita nada de ti, tú necesitas todo de Él, y que sólo cuando comienzas a desarrollar lo que Dios te ha dado, empiezas a ver los cambios positivos en tu vida.
Pastor: Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez.
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