Libertad Financiera.
¿Frustrado o libre?
El mundo esta cambiando y la gente está haciendo a un lado sus principios, han olvidado que cada acto que realizan trae consigo consecuencias y llevan una vida de descontrol, sin darse cuenta que esto solo genera una serie de desequilibrios y frustración.
Esta frustración se manifiesta en temor o presión en todas las áreas personales, pero principalmente en las finanzas, pues al no recordar las leyes que la rigen, el hombre cae en una vida sin justicia y equidad. El dinero se convierte en un generador de ansiedad, estrés y preocupación, tanto para el que lo tiene como para el que no; pues quien lo tiene solo vive para reproducirlo y no perderlo, mientras quien no, solo vive para conseguirlo.
En la sociedad moderna nos encontramos a diario con personas que gastan más de lo que ahorran, solo para mantener un estatus delante de los otros y no se dan cuenta que de esta manera solo están perjudicando su ser al traer motivos de opresión en lo que debería ser una vida libre. Para estas personas el dinero (o la falta de él) se ha convertido en una prioridad llegando a competir con el amor de Dios y de sus propias familias, pues están tan ocupados pensando en cómo tener más y más que se han olvidado lo que realmente es importante y lo que debería moverlos. Con respecto a esto la Biblia nos dice en Mateo 6. 21: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Dios nos ha creado para amarle y servirle, para entregarle nuestros corazones y no podemos dejar que el dinero pase de ser un medio de ayuda cotidiano al amo que controla nuestras acciones. Recuerda siempre que a Dios no le interesan tus posesiones materiales, el dinero o el auto que puedas tener, el solo quiere que le entregues tu corazón y vivas conforme a sus propósitos.
Reflexiona un momento en esto: ¿Deseas que el dinero sea quien gobierne tu vida o prefieres que Dios sea tu dueño y Señor? No olvidemos que: “Nadie puede servir a dos amos: porque aborrecerá a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y menospreciará al otro”. En ti esta el elegir a quien servir.
Pastor Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez.
¿Frustrado o libre?
El mundo esta cambiando y la gente está haciendo a un lado sus principios, han olvidado que cada acto que realizan trae consigo consecuencias y llevan una vida de descontrol, sin darse cuenta que esto solo genera una serie de desequilibrios y frustración.
Esta frustración se manifiesta en temor o presión en todas las áreas personales, pero principalmente en las finanzas, pues al no recordar las leyes que la rigen, el hombre cae en una vida sin justicia y equidad. El dinero se convierte en un generador de ansiedad, estrés y preocupación, tanto para el que lo tiene como para el que no; pues quien lo tiene solo vive para reproducirlo y no perderlo, mientras quien no, solo vive para conseguirlo.
En la sociedad moderna nos encontramos a diario con personas que gastan más de lo que ahorran, solo para mantener un estatus delante de los otros y no se dan cuenta que de esta manera solo están perjudicando su ser al traer motivos de opresión en lo que debería ser una vida libre. Para estas personas el dinero (o la falta de él) se ha convertido en una prioridad llegando a competir con el amor de Dios y de sus propias familias, pues están tan ocupados pensando en cómo tener más y más que se han olvidado lo que realmente es importante y lo que debería moverlos. Con respecto a esto la Biblia nos dice en Mateo 6. 21: “Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.
Dios nos ha creado para amarle y servirle, para entregarle nuestros corazones y no podemos dejar que el dinero pase de ser un medio de ayuda cotidiano al amo que controla nuestras acciones. Recuerda siempre que a Dios no le interesan tus posesiones materiales, el dinero o el auto que puedas tener, el solo quiere que le entregues tu corazón y vivas conforme a sus propósitos.
Reflexiona un momento en esto: ¿Deseas que el dinero sea quien gobierne tu vida o prefieres que Dios sea tu dueño y Señor? No olvidemos que: “Nadie puede servir a dos amos: porque aborrecerá a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y menospreciará al otro”. En ti esta el elegir a quien servir.
Pastor Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario