domingo, 8 de agosto de 2010

2 x 2 = 5 / ¡Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente!


Para algunos es la reticencia o el olvido al realizar acciones, movimientos o trabajos, mientras que para otros es la indolencia o inactividad que resulta al no gustar del trabajo; en palabras más simples es no hacer las actividades que nos corresponden y actuar de forma irresponsable, hablamos de la pereza. Esta trae a la vida del hombre pobreza, frustración y problemas como consecuencia de la falta de acciones que lo lleven a obtener un resultado.

Muchos son los que al finalizar cada año se plantean metas para alcanzar en el año que recién comienza, planifican mentalmente aquello que desean lograr y hasta imaginan las acciones que deberán emprender para llegar al éxito, pero a medida que los meses pasan, estos pensamientos que una vez tuvieron se quedan solamente en eso; si crees que eres una de estas personas pregúntate: ¿Qué te impide efectuar las acciones que te llevarán a alcanzar esas metas?

Al responder esta pregunta notarás que tal vez la pereza juega un papel importante en la NO realización de los planes que has idealizado, porque al dejar que la misma se apodere de ti eres conducido al desánimo y por tanto a la pérdida del deseo de alcanzar cosas mayores. Pero esto no es lo que Dios ha diseñado para ti, el quiere que como hijo suyo seas prosperado en todos los niveles y aspectos de tu vida, entregarte bendiciones mas allá de las imaginadas por tu mente alguna vez; pero para ello Él demanda de ti el ser FUERTE Y VALIENTE, sólo así podrás ver los resultados extraordinarios que ha preparado para tu vida y que esperan por esa decisión de ser recibidos.

No permitas que el tiempo se escape de tus manos sin hacer nada, recuerda que mantener los ojos cerrados no te conducirá a nada bueno y que en un parpadeo se puede escapar tu vida.

El triunfo es para aquellos que se mantienen centrados en su visión y trabajan cada día para hacerla real, así que decide hoy mantener los ojos bien abiertos y observar las oportunidades a tu alrededor; librarte de los focos mal puestos en tu camino, así como de las motivaciones que puedan llevarte por al lugar equivocado.

Y no olvides nunca que si decides soltar la pereza y el desánimo harás que Dios obre en pos de lo que sueñas para ti.

Pastor: Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez.

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