Se ha definido como la cualidad de afirmación que nos lleva a realizar algo; la creencia de que somos capaces y aceptadas; la certeza que nos indica que eso que hacemos es lo correcto, es: la confianza.
Si usted piensa en cada una de estas definiciones vera lo acertadas que son, y como cada día el mundo nos ataca en su afán de provocarnos desconfianza. Debemos ser conscientes de que si caemos en el juego de no confiar en quienes somos terminaremos siendo personas vergonzosas, con sentimientos de culpa acerca de todo y con una imagen muy pobre de nosotras mismas.
A la larga estos sentimientos internos pueden llevarnos a la auto destrucción; razón es simple:
“Una mujer carente de confianza nunca dará un paso para hacer nada edificante para sí ni para quienes le rodean, y por lo tanto nunca cumplirá el plan de Dios para su vida”.
Si usted realmente quiere ser feliz y tener éxito tendrá que empezar a creer que Dios tiene un plan para su vida y que Él hará que sucedan cosas buenas mientras usted deposita su confianza en Él. No necesitamos tener confianza en nosotras mismas; ¡necesitamos tener confianza en Jesús!
Nuestro consejo:
No trate de ser otra persona. Cada ser humano ha sido creado de forma única e irrepetible, entonces: ¿Por qué querer ser alguien más? Si bien es cierto que en esta vida encontraremos personas ejemplares y modelos a seguir, también es cierto que no debemos perder nuestra propia personalidad en un afán de querer tener los aspectos positivos de los demás. Olvídese de intentar ser alguien que no es. Eso es siempre un error, porque generalmente la persona que usted escoge para parecerse, esa que “lo tiene todo”, no es como usted cree.
¡Se tu misma! ¡Tienes el derecho de quien Dios quiere que seas! ¡No permitas que otros te roben ese derecho!
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