
Cada día al salir a la calle los seres humanos nos exponemos a situaciones que marcan de una u otra manera nuestras vidas, esto es parte del plan divino que hemos de cumplir aquí en la tierra; a diario son muchas las personas que deben enfrentar pruebas y decidir de qué forma reaccionar ante estas, lo cierto es que la mayoría suele entristecerse ante las situaciones negativas llegando a alcanzar tal punto de frustración que terminan por rendirse y no completan su ciclo como deberían hacerlo, a estas personas las solemos llamar inconstantes.
Las personas que llevan una vida inconstante suelen poseer falta de confianza en Dios y en sí mismos, pues han fracasado tantas veces (por culpa de su temor a continuar a pesar de los obstáculos) que no desean intentar llegar a más; la principal característica de estas personas es la falta de compromiso con lo que hacen y el doble ánimo, esto quiere decir que pueden estar de un excelente humor y de repente así sin más llegan a estados depresivos alarmantes. Estos individuos no tienen fe ni esperan que ocurran cosas mejores, lo que los hace ser enemigos de ellos mismos auto-impidiéndose luchar por cosas mayores a las que han podido imaginar, refieren pensar que Dios no responde a sus oraciones en vez de asumir de manera madura y consciente que tal vez lo que están pidiendo no sea lo que Él ha planeado para ellos, pues aun y cuando en el camino al éxito se pueden encontrar oportunidades que parecen maravillosas no tienen por ello que venir de Dios.
Si este es nuestro caso lo mejor es alejarnos de la tentación antes de sucumbir frente a lo que no nos es bueno y pedir fortaleza para seguir adelante por el camino que si lo es, aun cuando este parezca difícil o imposible de transitar, pues lo peor que puede sucedernos es seguir simples impulsos y llevar nuestros pasos hacia el lugar equivocado a sabiendas de que no es lo correcto, sería como intentar engañarnos a nosotros mismos y no es esto lo que Dios desea; por el contrario Él quiere que obtengamos buenos resultados en la vida y es por ello que ha prometido estar a nuestro lado en todo momento y en lo que hagamos, para que así aquello que toquemos prospere según su perfecta voluntad.
Así que mantente confiado en Dios, depende de Él y sólo así obtendrás lo que quieres para ti.
Pastor: Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez.
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