Desde el momento de nuestro nacimiento todos los seres humanos comenzamos a vivir situaciones de las cuales tenemos algo que aprender, sea bueno o malo. Con el pasar de los años y después de muchas experiencias llegamos a un punto en el que quizá durante la infancia no pensábamos o deseábamos estar, tal vez fue ahí donde aún siendo niños siempre nos vimos; lo cierto es, que nos guste o no, algo o alguien nos condujo allí.
Por otro lado están los que no piensan en el futuro, aquellos a quienes no les interesa hacer algo positivo en su presente para marcar la diferencia en años venideros, son los que han perdido la fe y en su interior carecen de Visión, estos se resignan a lo que tienen y no creen que Dios puede darles mucho más, viven en el pasado, anclados pensando en los errores que cometieron y negándose a accionar para lograr algo distinto; detente un momento y pregúntate ¿Qué llevo a estas personas a ese lugar de estancamiento? ¿Te estás convirtiendo en uno de ellos? o por el contrario ¿Te has alineado a la voluntad de Dios?
Piensa que tal vez los nexos emocionales que te atan a algo o alguien (personas en situación de estancamiento y negatividad), son los que te han llevado a tomar las decisiones que hoy día te causan dolor y por las que has culpado a otros. Queremos que entiendas que este es el momento de dejar de mirar de manera horizontal (las cosas temporales) y comenzar a observar de forma vertical (lo eterno). Es tiempo de creer en cosas mayores a las que hemos visto, de soltar las cargas que no nos corresponden llevar y que están evitando que las bendiciones de Dios se derramen sobre nosotros.
Recuerda que “las decisiones tomadas sin Dios te llevarán a lo que tú quieres, pero no a lo que Él ha decidido para ti”. Así que sujétate a Su voluntad y obtendrás todas las maravillas que Él quiere realizar en tu vida.
Pastor: Carlos Aréjulo.
Recopilado por: Maribel Rodríguez
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