jueves, 1 de julio de 2010

General/ CARÁCTER CRISTIANO




Fuente: http://www.desarrollocristiano.com/



Armando estaba parado en el borde de una importante avenida. Debía cruzarla y llegar hasta la vereda de enfrente, pero los automóviles no lo dejaban pasar. El semáforo continuaba dando paso al tránsito sin dar tiempo a los peatones. Después de unos veinte minutos de esperar inútilmente que la luz detuviera automáticamente a los vehículos, Armando vio el cartel que decía: «Semáforo manual. Pulse el botón para detener el tránsito» ¿Qué había pasado? Él estaba esperando que otro (en este caso el mecanismo) hiciera lo que él mismo debía hacer.

En el proceso hacia la madurez cristiana, si bien no todo depende del hombre, tampoco todo depende de Dios. En 2 Pedro 1:3-4, Dios nos habla de su trabajo en nosotros a través de Jesucristo. Seguidamente, a partir del verso 5, dice: «... poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe...». Allí, la Palabra de Dios nos ordena nuestra parte.

Así es el camino hacia la adquisición de un carácter cristiano; una combinación, una armonía de voluntades y trabajos entre el Señor y el señoreado, donde el hombre decide vivir en Dios, en su poder, en obediencia absoluta a su voluntad.


Si bien el poder de Dios actúa en mí, yo necesito estar dispuesto y tomar decisiones que Él no tomará en mi lugar. Igual que en el caso de Armando y el semáforo manual.

2 comentarios:

  1. Si nuestro mayor deseo es que Dios sea el dueño absoluto de nuestro corazón debemos dejar que Él moldee nuestro carácter a Su voluntad, no digo que sea algo fácil, pero es lo mejor que nos pueda pasar.

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  2. cuando dios lleva las riendas de nuestra vida el camino es dificil pero al final encontramos nuestro destino y el principio del camino a ala felicidad...

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